En Iguales, somos conscientes de los desafíos que enfrentan las personas mayores, especialmente aquellas con dependencias y condiciones específicas como la disfagia.
Esta condición, que se caracteriza por la dificultad para tragar alimentos sólidos o líquidos, puede comprometer seriamente la calidad de vida de quienes la padecen, llevando a problemas de desnutrición, deshidratación e incluso riesgos de asfixia.
A través de este artículo, quiero compartir contigo nuestra visión y consejos prácticos sobre cómo abordamos y apoyamos a nuestros mayores con disfagia, destacando que, aunque no somos profesionales de la salud y no realizamos diagnósticos ni prescribimos tratamientos, nuestra labor es fundamental para el bienestar de estas personas.
¿Qué es la disfagia?
La disfagia es una condición que afecta a la capacidad de tragar de manera eficiente, pudiendo originarse de problemas neurológicos, mecánicos o psicológicos. Es particularmente común en personas mayores debido a condiciones como el Alzheimer, Parkinson, o tras un accidente cerebrovascular. Aunque no somos médicos, es importante reconocer los síntomas y señales de alerta como tos al comer, pérdida de peso, y dificultad persistente para tragar, ya que son indicativos de que se necesita asistencia.
Nuestro enfoque en Iguales
En Iguales, nuestro compromiso va más allá de la simple asistencia en tareas del hogar; buscamos mejorar la calidad de vida de las personas mayores con disfagia mediante un enfoque comprensivo y adaptado a sus necesidades. A continuación, detallo algunas de las estrategias que implementamos:
1. Adaptación de la alimentación
Entendemos que la alimentación adecuada es crítica. Trabajamos para asegurar que los alimentos sean de la textura adecuada para cada grado de disfagia, evitando aquellos que puedan representar un riesgo. Los purés, las gelatinas y los alimentos triturados son generalmente más seguros y fáciles de ingerir. También utilizamos espesantes para líquidos cuando es necesario, siempre bajo la guía de profesionales de la salud.
2. Ambiente y técnicas de alimentación
Promovemos un ambiente tranquilo y sin distracciones a la hora de comer, asegurando una postura adecuada para facilitar la deglución. La persona que asiste en la alimentación se posiciona de manera que fomente la confianza y la seguridad, evitando la prisa y el estrés durante las comidas.
3. Higiene y salud bucal
Mantener una buena higiene bucal es esencial para evitar infecciones y otros problemas que puedan agravar la disfagia. Nos aseguramos de que la higiene bucal sea una prioridad, con técnicas y productos adecuados para cada persona.
4. Supervisión y comunicación
Estamos atentos a cualquier cambio en la condición de las personas que cuidamos, comunicando de inmediato a los familiares y profesionales de la salud cualquier señal de alerta o necesidad de ajustar el plan de cuidados.
5. Educación y apoyo
Ofrecemos educación y apoyo a las familias, ayudándolas a entender la disfagia y cómo pueden contribuir positivamente al bienestar de su ser querido. Además, fomentamos una relación de respeto, paciencia y empatía, claves en el cuidado de personas con esta condición.
Conclusión
En Iguales, nuestra misión es asegurar que las personas mayores con disfagia reciban el cuidado y la asistencia necesaria para vivir con dignidad y confort. Aunque la disfagia puede ser un desafío, con el apoyo adecuado y una atención personalizada, es posible mejorar significativamente la calidad de vida de quienes enfrentan esta condición. Nos enorgullece ser parte de ese apoyo, ofreciendo no solo cuidado sino también comprensión y calidez en cada interacción.
Cada día, nos esforzamos por hacer la diferencia en la vida de las personas mayores dependientes, garantizando que se sientan seguras, comprendidas y, sobre todo, respetadas. En Iguales, no somos solo cuidadores; somos compañeros y amigos en el viaje de nuestros mayores, asegurando que cada día sea lo mejor posible.
